CAVERNAS TEMPLO DE CEREMONIA

La entrada ubicada en el kilómetro 9 desde el Tena (780 m S 00°50.490´ W 77°46.809´) está señalada por un cartel “Cavernas templo ceremonia espiritual”, no existe parqueadero, ni un sitio de recepción a la entrada, hay que caminar unos 50 metros hasta una pequeña casa donde están los dueños de la propiedad que fungen como guías.

 La caverna Elefante, (puedes contactarte al para información), llamada así por una formación rocosa a la entrada de la misma, su recorrido dura más o menos una hora, recorre un río subterráneo todo el trayecto, existen un par de sitios en los que el agua sobrepasa la altura de la rodilla y las paredes se tornan estrechas. La vestimenta sugerida puede ser: una camiseta ligera, un pantalón liviano o pantaloneta y unas sandalias apropiadas para caminatas ya que es inevitable mojarse y ensuciarse en el trayecto. El ingreso a esta propiedad tiene un costo de USD$ 3.5 por persona. El uso de una linterna es indispensable, mejor si es la linterna de cabeza para dejar libres las manos y poder apoyarse en las paredes.

Por lo estrecho de algunos tramos, el llevar una mochila o algo similar puede resultar incómodo, además podría mojarse lo que llevas como cámaras de fotos o celulares. Puedes dejar encargando en la casa una mudada de ropa que será de gran utilidad cuando termines tu recorrido por la caverna. No es aconsejable ir con niños menores de 10 años, si sufres de claustrofobia considera que estarás a unos 15 metros bajo el nivel del suelo y que no sería tan rápido salir si sufres un ataque de pánico.

En la misma finca te ofrecen el recorrido a una segunda caverna, la cual representa un templo de ceremonias, la bóveda está prácticamente unos 5 metros de la entrada por lo que no implica un recorrido largo. Las estalagmitas y estalactitas forman un cuadrado casi perfecto, se aprecia mejor en el techo.

Al regreso hacia la carretera, se camina a través de la espesa vegetación, entre la cual se encuentra el árbol de la sangre de drago, orquídeas, guayusa y el yagé o ayahuasca, psicotrópico que es utilizado hasta la actualidad por los shamanes o Yachag de la zona. En lo alto de un pequeño montículo se encuentran dos petroglifos: el guagrahuma (cabeza de capir) y otro que posiblemente representa un insecto.

El clima es cálido, sin embargo no es mala idea llevar ropa impermeable y botas de caucho, repelente, bloqueador solar y abundante agua para estar hidratados.

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