HOSTERIA CAMPIÑA DE QUIJOS

   HOSTERIA  CAMPIÑA DE QUIJOS 

La Campiña del Quijos ofrece las opciones de una hostería del mejor nivel. Dispone de una variedad de atractivos y servicios como cabañas con estilo apacible dispuestas de manera que el huésped disfrute su mirada hacia el valle, comida campestre extraída los alimentos de sus propios criaderos y cultivos, bar campestre en el “Rincón del Pescador” ubicado a la orilla de un pequeño lago con el arrullo de discretas cascadas óptimas para descansar, laguna para pesca deportiva de la trucha que podrá ser preparada en el mismo restaurante, piscina alimentada con el agua proveniente de las entrañas de la tierra, canchas de boly e índorfútbol, recorrido en carroza por los pequeños senderos de este paraíso natural o de la población, paseo a caballo por las montañas que rodean el valle o por los prados de La Campiña. Existe evidencia de restos arqueológicos como senderos, terrazas y arcilla. El encontrarse en esta quietud le hace al visitante remontarse a parajes exóticos junto a un bosque de guadúas para encontrar paz interior y armonía constante. Al visitar, más que un viaje, Quijos es un recorrido a través de una avenida de paisajes en la región andino-amazónica.

Historia
Originalmente, lo que hoy es la Campiña del Quijos, fue asentamiento indígena. Con la llegada de la colonización comenzó siendo propiedad de los señores Gabriel Vinueza y  Edelina Sánchez. En  1955  lo donaron a  La Misión Josefina de la parroquia Virgilio Dávila, luego San Francisco de Borja, un lote de 20 hectáreas. En el año 2000, la Misión desmembró  una superficie de 8 hectáreas para venderla a los señores Patricio Pérez Carrera y Susana Santillán. Ese mismo año fue comprada por los actuales propietarios, siendo entonces únicamente un área de pastoreo que apenas disponía de un pequeño rancho para el cuidado de ganado.
La primera iniciativa de los actuales propietarios fue construir una casa de campo familiar e incursionar en las actividades productivas tradicionales. Pronto quedó en evidencia las fuertes limitaciones agrícolas de la tierra excesivamente saturadas de agua y por ahí se inició un paciente trabajo para drenar y habilitar  la tierra. Frente a tanta agua disponible surgió la idea de aprovecharla para la piscicultura de trucha construyendo inicialmente un pequeño lago. Los primeros ensayos no fueron prometedores; pero, en la decisión de vencer las limitaciones, se fueron incorporando técnicas y adecuaciones que a la postre configuraron un lugar que comenzó a ser atractivo a la vista. Nació la idea de pensar en el turismo. Al comienzo esta inclinación parecía poco razonable e idealista, no faltaron opiniones que sostenían que no era posible un proyecto turístico en una región y en una finca que parecía ofrecer más obstáculos y limitaciones que oportunidades, pero así han comenzado muchos proyectos exitosos, retando al escepticismo.

Flora
Aliso, guadúa, palma, heliconia, helecho, arbustos, pasto.

Fauna


Ardilla, aves silvestres; trucha, tilapia, churupín, caracol, cangrejo; animales domésticos como pato, ganso, perdiz, gallina; cuy, conejo, oveja, ganado vacuno y caballar.

Ubicación y acceso
Es una finca agro turística campesina instalada a 100 kilómetros al este de la ciudad de Quito, en la plácida parroquia San Francisco de Borja. Se llega en 2 horas y 30 minutos de viaje siguiendo la ruta Quito-Papallacta-Baeza. Desde Baeza dista 8 kilómetros siguiendo la vía asfaltada hacia Lago Agrio, cuyo trayecto permite contemplar abundancia de contrastes ecológicos.

Actividades turísticas
  • Fotografía.
  • Paseos corporativos, a caballo y en carroza.
  • Pesca deportiva.
Servicios
  • Alojamiento.
  • Alimentación.
  • Auditorio para talleres y seminarios.
  • Base de operaciones laborales o corporativas.
  • Telefonía.
CONTACTO 099 195 9209





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